DISEÑO INDEPENDIENTE
txt: Yésica Moller [PA/AV] Josefina Lara Nievas [Diseñadora de Indumentaria ] | Viedma
El diseño está en proceso de regresar y progresar, de mejorar lo existente. Si bien más de un distraído puede pensar que es un fenómeno nuevo, la Argentina cuenta con antecedentes muy importantes en este campo. Un profesional del diseño, en su creación se suma a diversas unidades que establecen todos los aspectos expresivos de la imagen, revelando datos claves acerca de la identidad, los gustos, los valores, el rol en la sociedad, los grupos de pertenencia, el grado de aceptación o rechazo de lo establecido, la sensibilidad, la personalidad del individuo y especialmente la capacidad de percibir necesidades que luego se transforman en productos, de mejorar lo que ya existe, imaginar e intervenir, con un aporte personal, aplicando su pasión, su conocimiento y su experiencia en cada cosa. Los procesos de diseño no son mágicos y los objetos resultantes no son fruto de pura imaginación, sino el resultado de un arduo trabajo, no sólo de realización, sino de llevar el producto a la calle y mostrarlo, sin evitar un contexto de cultura, sociedad, tecnología, recursos y economía, que muchas veces pone a prueba el proyecto y obliga a realizar ajustes y a encontrar los recursos adecuados para resolverlos. De esto resulta que no existe un horario para la creatividad, y la mayoría de las veces se trabaja más y más tiempo que en un trabajo de relación de dependencia y obliga a buscar, recibir y procesar información permanentemente para la realización de un mejor producto, y así el creativo se vuelve cada vez más autodidacta y se va especializando en diferentes ramas del diseño. Es muy común que entre diseñadores independientes, ya sea gráficos, industriales, de indumentaria (por citar algunos), haya interacción y se ayuden entre si, creando grupos de trabajo, colaboraciones, e intercambio de ideas; es una tendencia positiva, ya que ayuda muchísimo a la promoción de nuevos talentos independientes. Todo esto es quizás desconocido por el usuario final, aunque en los últimos años se le está dando más valor, pero es trabajo del creativo, también, detectarlos y poner el producto a su disposición. Ser independiente implica llevar y controlar todo el proceso por cuenta propia, siendo uno el que valora, crea, corrige y persigue la materialización de sus ideas, que gracias a las nuevas tecnologías, rompe con el mito de los prototipos irrealizables y se ofrecen otra mirada, alternativa desligada de lo que hay, se presentan productos originales y exclusivos, para una nueva generación que consume justamente eso, para sentirse únicos, personalizados, independientes, con una marca personal.